Ventanas correderas

Ventana Corredera

Tras la aparición del aluminio como sustituto de la madera, las ventanas de hojas correderas han sido las más demandadas. Ello es debido a que permite que a su alrededor coexistan muebles, cortinas o cualquier otro elemento, ya que no ocupa espacio alguno, salvo el plano donde se mueve. Para un mejor resultado, es aconsejable colocar aluminio con rotura del puente térmico. El inconveniente de éste tipo de apertura es la limpieza, ya que es difícil acceder a una de las dos hojas.

AISLAMIENTO TÉRMICO

Gracias a la rotura del puente térmico, la ventana corredera puede reducir hasta un 55% las pérdidas térmicas respecto a una ventana simple, con el correspondiente ahorro en calefacción y aire acondicionado.

AISLAMIENTO ACÚSTICO

Con su doble acristalamiento y con una junta acústica en lugar de las tradicionales felpas, se consigue reducir el ruido en 34 decibelios.

ESTANQUEIDAD

Con un sistema compuesto por una doble barrera de juntas colocadas entre el marco y la hoja, se consigue eliminar la filtración de agua y viento.

ACRISTALAMIENTO

La configuración mínima recomendada la componen dos cristales de 4 mm de espesor, separados por una cámara estanca de 6 mm, pudiendo llegar a un máximo de 24 mm en total.

COMPOSICIONES

En función del espacio, necesidad y deseo, se pueden componer muy diversas soluciones de ventanas correderas, de dos, tres o más hojas, combinadas con partes fijas, con dos o tres raíles, etc.